Impacto de la violencia contra las mujeres en la salud sexual y reproductiva. Protocolo de investigación.

Impact of violence against women on sexual and reproductive health. Research protocol

Título corto: Proyecto HIMEM (Hormonal Impacto en Mujeres Españolas Maltratadas)

Resumen

La violencia contra la mujer (VCM) se asocia a un deterioro de la función endocrina en las mujeres.  Aunque los déficits hormonales provocados por estas situaciones pueden ser transitorios o permanentes, las consecuencias son similares a las del hipoestrogenismo que sufren las mujeres con insuficiencia ovárica prematura.

El objetivo principal de este estudio es evaluar las repercusiones hormonales de la VCM y, en segundo lugar, analizar las consecuencias cardio-metabólicas, óseas, cognitivas, psicológicas y psicosexuales del hipoestrogenismo secundario a la VCM.

Emplazamiento: Unidades de atención primaria específicas de cuidado de la mujer maltratada de las provincias de Jaén y Granada.

Participantes: Se realizará un estudio transversal en mujeres de cualquier edad que hayan sufrido una VCM

Mediciones principales: Se analizarán parámetros clínicos, hormonales, cardio-metabólicos, óseos, psicológicos y psicosexuales.

Palabras clave: Violencia contra la mujer, violencia sexual, violencia de género, abuso, maltrato

Introducción

La violencia contra las mujeres (VCM) incluye todos los actos de violencia física y psicológica, incluida la violencia de género, las agresiones sexuales, los abusos, las amenazas, la coacción o la privación arbitraria de libertad (1). Aunque no se dispone de datos precisos sobre el porcentaje de mujeres que han sido víctimas de la VCM, ésta es un problema común en todo el mundo, y se estima que al menos una de cada cuatro mujeres que llegan a la menopausia ha sufrido este tipo de violencia (2).

En España, la magnitud del problema de la VCM puede ilustrarse con el hecho de que, cada cinco horas se denuncia una violación, y más de un millón de mujeres han sufrido violencia en la última década. Además, desde que se tienen registros, más de mil mujeres han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas, y otro motivo de preocupación es el número estimado de aquellas mujeres que han sufrido algún grado de discapacidad severa debido a la violencia, que, en el mejor de los casos, supera las 400.000 (3).

Dentro de esas discapacidades, se han observado deterioros de la función endocrina en mujeres que han sufrido cualquier tipo de VCM. Los déficits hormonales provocados por estas situaciones pueden ser temporales o permanentes, pero sus consecuencias, en todo caso, son las mismas que las del hipoestrogenismo que quienes padecen insuficiencia ovárica prematura o menopausia precoz (4).

Por lo tanto, es necesario determinar cómo la VCM influye en la salud de la mujer a lo largo de vida reproductiva y su menopausia, incluyendo las repercusiones sexuales y reproductivas, así como las consecuencias a largo plazo (cardio-metabólicas, óseas, cognitivas, psicosexuales). Algunas afecciones parecen ya reconocidas como causadas por la VCM, como las infecciones de transmisión sexual, el sangrado vaginal, el dolor pélvico y las infecciones del tracto urinario, junto el mayor riesgo de padecer cáncer de cuello uterino (5-6).

Teniendo en cuenta estas observaciones, proponemos el estudio HIMEM, cuyo objetivo es hacer visible la VCM en las consultas de salud de las mujeres en general y en la ginecología endocrina en particular. Además, sugerimos que se considere el cribado activo de la VCM en cualquier situación, especialmente en mujeres con síntomas de hipoestrogenismo o deterioro de la función sexual. Además de las consecuencias directas de la VCM, estas mujeres tienen un mayor riesgo de padecer otras discapacidades, que son lo suficientemente preocupantes como para justificar la preocupación.